viernes, 28 de febrero de 2014

Debut de Lamar Odom: oxidado y gris


Promo de ESPN
Lamar Odom disputó sus primeros minutos en Europa contagiado de un equipo sin rumbo, muy poco preparado físicamente y un tanto perdido en el juego europeo. Esto es normal y lógico Odom ha pasado de la inactividad más absoluta a entrenar mañana y tarde e incorporarse a una temproada más que lanzada. De un juego NBA, mucho más libre al control total de Sergio Scariolo. Si a esto le añadimos que lo único que Laboral Kutxa Baskonia hace brillar es la luz roja de alarma, formamos un panorama desolador que además se televisó a EE.UU por la Espn3.

Tres variables (forma física, juego Fiba y contexto del equipo) que deben evolucionar en el tiempo para unas mejores prestaciones. Personales y grupales. Las dos primeras se curarán con el tiempo la tercera está en un coma inducido del que no sabemos si despertará. 

Vayamos con el debut de Lamar Odom en sí. 

55 minutos antes del inicio del partido Lamar Odom salió a calentar. Lo hace sin la equipación oficial de calentamiento. Sale a calentar con una camiseta negra de la marca Rich Soil Clothing. Un guiño al marketing. En Baskonia, como se explica en el blog Sentido Community se quiere explotar el fenómeno Odom. Y Lamar también quiere su trocito. Rich Soil Clothing es la marca de ropa, camisetas fundamentalmente, del interior norteamericano. El neoyorquino puso el dinero para arrancar el negocio. Jonathan Garcia los diseños. En concreto la "T-shirt" del debut rezaba: "High Soil, Creative Spirit, Excel and Prevail". Suelo alto, espíritu creativo, sobresalir y prevalecer. Toda una declaración de intenciones. Antes de salir a pista, Lamar Odom dejó muy claro que en la presentación se le debe anunciar como Lamar Joseph Odom, como siempre, y que si anota, con un Lamar Odom vale.



30 minutos antes del inicio, en el calentamiento de equipo, Odom lo realiza a medio gas. Lamar Odom va a su ritmo. Tras ver sus prestaciones físicas es lógico. Si calienta fuerte se queda sin energía para el partido. De inicio se sienta en el banquillo. No entiende aún las instrucciones de Scariolo y atiende a lo que dice el técnico desde la distancia. Tiene un tick, se sopla los puños constantemente. Parece que tiene frío. Con la toalla en las piernas o sobre los hombros Lamar Odom siguió el partido de su debut desde al segunda fila del banquillo. A su lado Ilimane Diop, la promesa interior baskonista. Experiencia y juventud. De hecho, Odom ofreció algunos consejos al senegalés una vez que volvió al banco después de sustituir al alemán Tibor Pleiss.

Impasible con los brazos cruzados y las manos bajo las axilas, Odom observaba el partido con bastante frialdad. Cuando Uncaja se puso 15 arriba 20 a 35 Odom se levanta para animar a su equipo. Hamilton le pasa un chicle y se acerca Ibón Navarro. el segundo entrenador le da unas instrucciones y Sergio Scariolo le reclama para salir. Segundo cuarto y 6:09 minutos por delante.

Odom en juego
Hasta las leyendas de la NBA tienen ansiedad. La padeció nada más salir ante la expectación y el aplauso de los 10.350 espectadores, según los datos que proporcionó el club. Desorientado, no sabía muy bien dónde debía ponerse en ataque, primero un leve tropezón, después un bloqueo directo. Mueve la cadera, pero los árbitros no la pitan, es Lamar Odom. La continuación hacia afuera. La jugada se desiquilibra. Por ahi no debía continuar.

Odom no tiene confianza ofensiva aún. La prueba está en que Thomas Heurtel le mete un balón interior para un 1x1 de espaldas con aclarado. Odom percute y devuelve el balón. Heurtel insiste. Odom también. No está dispuesto a jugarse un uno contra uno todavía. Y menos de espaldas. A 1:45 para el descanso, lanzó un un triple porque se le acaba el tiempo de posesión a un Baskonia nulo y plano. Necesitaban del público, 24-40, y agitó los brazos para que la afición no se instalara en el conformismo.

Después se aplicó en el rebote defensivo, capturó dos y puso un tapón NBA. El único destello, aunque fuera a un bajito como Granger. La boca se le abría. Necesitaba aire. Para cada rebote tenía que hacer tres esfuerzos. Corrió un contraataque, quería la bola, de frente si iba a jugar. Podía sacar una falta. Sin embargo, David Jelinek no lo vió claro. Un esfuerzo baldío y algo de frustración. Los 10 meses de inactividad pasaban factura en tan sólo 6 minutos. Cómo americano recién llegado dónde no llegan sus piernas intenta que lleguen sus manos. En USA a veces lo permiten. En Europa es falta, cada vez. Deberá acostumbrarse

Lamar Odom está oxidado. Baskonia muy  gris. Ambos se necesitan. 

¿Y en EE.UU qué?


Siguiente parada Valencia. Se le inscribirá en ACB después del último entrenamiento de la tarde.

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